Cada vez que abrimos los ojos, lo primero que vemos es la luz. Nuestra percepción de la existencia depende de la capacidad de nuestro ojo. Desde el comienzo de la conciencia humana, nos fijamos en las luces que nos rodean y nos hacemos preguntas. He mirado a las mismas estrellas, de la misma forma en que lo hicieron mis antepasados. La pregunta es la misma, y así de simple: ¿dónde estamos?.
Ahora nos damos cuenta de la inmensidad del cosmos. En comparación, nuestro planeta es una mota de polvo. Somos los restos de estrellas. Cuando nos preguntamos sobre el mundo, cuando ponderamos la inmensidad estamos cuestionando el cosmos en sí.
Esta serie, es un reflejo ficticio de esas maravillas que muestran la luz y el espacio fácilmente, no limitadas por las preocupaciones terrenales del tiempo y la distancia.
Fotos y texto:
Debashish Chakrabarty
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